La pandemia ha puesto en evidencia muchas de estos “males” de la política actual, centrada en el cortoplacismo y en las recetas fáciles para los problemas complejos. Mientras aumenta cada vez más la desafección y el descrédito de las instituciones, la política, influida por las redes sociales y las nuevas formas de comunicación, se convierte en una guerra de bandos, donde no hay lugar para el diálogo y los grandes consensos…